13/11/11

Capítulo 14 "Gotas de lluvia"

El verano llegaba a su fin, Julia y Pablo querían hacer enfermería así que ambos se irían a la misma universidad. “Qué casualidad”, pensé mientras lancé al aire un largo suspiro. “Y qué morro".

Quedamos una tarde como despedida y nos tomamos un cubata cada uno, después pedimos unas tapas en otro lugar y comimos entre risas, mejor dicho, cenamos.
-¡Oh, verano! ¿Por qué nos abandonas en tan pronto día y nos dejas a vera de un largo y tortuoso curso de tan dificultosas asignaturas?-exclamó Julia en plan poeta. Pablo y yo aplaudimos con nuestra más amplia sonrisa. Julia hacia una reverencia mientras decía repetidamente “gracias, gracias”.
-Bueno, supongo que no nos veremos hasta Navidades…-suspiré.
-Siempre podemos gastar saldo.-me guiñó Julia pícaramente un ojo.
-Sí.-reí. Me acerqué a Julia y le di dos besos y un fuerte, fuerte abrazo. A Pablo le di un abrazo y le susurré al oído: “Cuídamela, ¿eh?” “Tranquila, está en buenas manos”, me respondió entre bisbiseos.
De camino a casa, ya casi de noche, un muchacho con una bicicleta me dio con una de las ruedas en mi gemelo izquierdo.
-¡AY! ¡Lo siento, lo siento, lo siento! ¡Lo frenos no funcionaban!-me decía mientras me agarraba de los brazos y me levantaba del suelo.
-Creo que no ha sido nada…-formulé mientras intentaba apoyar mi pie sin que me doliera demasiado el gemelo.
-¿Diana?-dijo entonces él. Levanté la vista del suelo y mis ojos se clavaron en los de Sergio.
-¡Hola!-exclamé tímidamente.-No pensé que el chico que me ha arrollado con la bicicleta fueras a ser tú.-reí.
-Tanto como arrollar… más bien rozar.-soltó con tono humorístico.
-Hacia mucho que no nos tratábamos así.-dije con nostalgia.
-Sí, las cosas cambian.-comentó.
-¿En serio las cosas cambian o cambiamos nosotros?
-Vale, la segunda.-rió. Le afirmé la respuesta con una cálida sonrisa.
-Tengo que irme a casa.
-¿Pero puedes andar?-se interesó mirándome la pierna.
-Creo que sí.-contesté. Comencé a andar y el futuro cardenal que me saldría era sustituido por un dolor intenso cada vez que apoyaba el pie.- ¡Aish!-exclamé.
-Espera que te llevo yo.-propuso.
-No, no, puedo yo sola, en serio.-intenté convencerle alzando mis manos y agitándolas nerviosamente.
-Diana, déjame que te ayude. Como amigo tuyo que soy.-me miró seriamente, hablaba en serio. Asentí y entonces me ayudó a subirme a la bicicleta. Yo me senté y apoyé mis manos en el extremo interior de los manillares mientras que él la manejaba cogiendo los manillares de los extremos externos y desplazándola mientras se mantenía en pie de la misma, igual que lo hizo Nicolás el último día de verano en que nos vimos. “¿QUÉ? ¿EL ÚLTIMO DÍA DE VERANO?”, pensé atónita. “Hoy es en último día de Agosto, mañana me voy a la universidad para adaptarme a la residencia y acomodarme, no veré hasta dentro de mucho a Sergio, hoy nos despedimos y vamos montados en bicicleta… ¡Es justo lo que ocurrió con Nicolás el año pasado! Sólo que la historia cambia un poco. Aunque ahora entiendo por qué se fue antes de que comenzaran las clases… pero el que no me visitara ni me llamara… no tenía una excusa aparente.

Llegamos a la calle en la que vivía, él lo sabía por las veces en las que habíamos quedado y me había acompañado hasta mi casa. Me bajé de la bicicleta aún dolorida y él me ayudó agarrándome de la cintura a llegar al portal.
-Muchas gracias, Sergio.
-¿Por qué? ¿Por haberte dado un golpe en el gemelo? Bah, no ha sido nada.-dijo bromeando mientras en el “bah” alzaba su mano derecha y después la dejaba caer.
-Mañana ya me voy de aquí, espero que algún día nos volvamos a ver.-le abracé dulcemente como un amigo y después entré. Estando en el interior con la luz dada, elevé la mano y la giré hacia los lados mientras mis labios se movían pronunciando un “adiós” que él no fue capaz de escuchar pero sí de entender. Tras aquello, resignado, cogió la bicicleta y se marchó, yo subí las escaleras hasta llegar a mi piso y abrí la puerta. Ya eran las diez y media, tenía que descansar para madrugar al día siguiente y marcharme temprano. Comprobé que todo estaba listo y me acosté entrando en un sueño profundo rápidamente.

3 comentarios:

  1. Quiero másss :) Hacía mucho que no sabíamos nada de la historia.
    Besos.

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