10/11/11

Todo comenzó...

Todo comenzó una tarde lluviosa de Noviembre. Las copas de los árboles se agitaban nerviosamente al compás del viento y las hojas empezaban a caer. Su madre le tenía prohibido salir aquellas tardes, decía que era peligroso, pero él estaba deseoso de jugar. Al principio la obedecía, pero llegó un momento en que dejó de escuchar aquellas palabras de retención. Cierto era que el viento a veces azotaba fuerte, pero él se consideraba un aventurero y las ganas de salir y afrontar “obstáculos” superaban la obediencia. Si el viento lo tiraba, se levantaría. Si llovía, se mojaría gustoso. Pero no aguantaba estar sentado en el suelo del salón y ver sólo el exterior.
El viento chocaba con las ventanas y se podía oír su ulular. Pero el sol no abandonaba el cielo en ningún momento. Parecía un día soleado, aunque fresco. El niño sonrió ante aquel panorama y, antes de salir, pasó sigiloso por su habitación, en el segundo piso, y se abrigó con una bufanda y una chaqueta.

Cuando salió al exterior comenzó a correr con los brazos extendidos, sintiendo el aire, el oxígeno en su haz. Sonreía como lo hacen los niños, ilusionado, feliz. Se tiraba al suelo y empezaba a arrancar la hierba, en medio del campo de un pequeño pueblo. Sentía libertad, libre de poder hacer en aquel momento todo lo que deseara. Libre de elegir una dirección sin importarle el saber volver después o no. Reía, saltaba como si aquello le supusiera todo. Más de una vez cayó, pero se levantó para reanudar su marcha.
Llegó hasta un pequeño bosque no muy lejano de su casa. Oía llorar a alguien, pero era un sonido lejano, sólo formaba parte del eco de aquella voz. Ando al principio temeroso entre la maleza y se acercó a un árbol de donde procedían los sollozos. Una niña estaba apoyada en él, con las manos rozando el grueso tronco, llorando.
-Hola. -dijo el niño. Se acercó más a ella. Ésta se asustó y se apartó del árbol con lágrimas en los ojos. -¿Qué te pasa? –le preguntó.
-Déjame. –sentenció la niña. –Me he perdido... –su llanto dejó de asustar al niño pues ahora sólo caían lágrimas. Los chillidos que antes le inquietaban dejaron de sonar.
-¿Quieres que te ayude? –dijo amablemente él, sonriéndole para causarle confianza. Ésta asintió al tanto que se secaba los ojos con sus pequeños dedos.
-¿Dónde vives?
-No lo sé… No sé dónde estoy. –el niño se arrepintió de hacerle esa pregunta pues el chillido de su llanto reapareció ante la desesperación.
-No te preocupes, te llevaré a mi casa, seguro que tienes hambre. –dijo este, convencido de sus palabras. Consiguió que ella sonriera y la agarró de la mano para salir del bosque y atravesar el campo que había hasta llegar a su casa.
-¿Cómo te llamas? –le preguntó él, con la dulzura de un niño.
-Lía. –dijo ella feliz.
-Yo me llamo Jake. Tengo siete años. –pronunció. –No te preocupes, Lía, seguro que pronto encontramos a tus papis.

Cuando llegaron a casa de Jake, los padres del niño, que conocían a los padres de la niña por haber hablado alguna vez, contactaron con ellos. Después de estar un rato jugando juntos, sus padres la recogieron con un cálido abrazo y Lía volvió a casa. Desde entonces, los niños quedaban para jugar. En invierno en alguna casa para estar acompañados del calor de la calefacción y en verano se iban a explorar por los alrededores.
Se hicieron inseparables. Cuando acabaron el colegio, se mudaron a la ciudad para proseguir con la secundaria. Eran mejores amigos, se contaban todo, aunque pronto eso dejó de ser cómodo al tener que pronunciar a alguien a quien les gustaba. Las cosas dejaron de ser lo mismo. Hasta que entraron en razón y acabaron siendo pareja. Desde entonces, volvieron a ser inseparables de nuevo.

Todo comenzó aquel día… así es. No es sino el principio de la entrañable historia entre Jake y Lía. Aquella con un bonito principio y un gran final.



6 comentarios:

  1. Ajlsdkfhasjkdfhckgraeuigfayuvfadhgilaeugrtrkgfjasdfghklawshfkuashgji.No te lo he podido expresar mejor jajajjaja JAKE Y LÍA. Por Dios, qué bonito comienzo *-* Ya sabes que me encantó Cartas a mi nombre, y este relato complementario ha sido... Brrrrrrrr ;)
    Besos.

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  2. Jajajaja tranquila, te he entendido ;)
    ¡Gracias! :D Me alegro que haya sido una buena idea. Ahora sí que sí este relato se acaba :)
    Besos.

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  3. Ooooins, me encanta el principio de su relación.
    Jake es muy gracioso cuando le ayuda.
    Creo que esta novela es muy buena y le sacas un partido excelente.
    Un saludo enorme :)

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  4. ¡Gracias Ana! :D
    Jajaja ^^
    Me alegro que la consideres muy buena, aunque está claro que siempre se puede mejorar :)
    ¡Besos!

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