CAPÍTULO 6 "LA LUCHA DE LOS DARKBELLS".

Yo sólo me dedicaba a mirar el suelo pensando en qué decirle… Entonces me volvió a repetir:

-Clara…te he preguntado que qué hacíais.-dijo con cara preocupante al verme cabizbaja.

-Esto… él y yo…em… ¿cómo te lo digo? S…somos…novios.-cuando pronuncié esas palabras yo también me quede impresionada. Pero tenía que mentirle…para protegerla. No debía saber nada.

-¡Guau! ¡No me lo puedo creer! ¿Y como ha sido? ¿Cómo te lo ha pedido?-manifestó con los ojos como platillos.

Estaba pensando en todo lo que había ocurrido y no me estaba enterando de lo que me estaba diciendo.

-¿El qué…?-manifesté sin saber lo que me había preguntado.

-Qué cómo te pidió salir.-me dijo viendo que estaba muy pensativa.

-Em.… pues eso, me lo dijo… quedamos allí arriba y me lo dijo. Y… le dije que sí.-le respondí estando aún en las nubes.

-Normal, ¿qué le ibas a responder sino? Oye… ¿Por qué no me dijiste que habíais quedado?

-Porque no me dio tiempo…-dije sin más.

No quise seguir con el tema así que callé y no le dije nada más.

-Clara… ¿Estás bien? Te veo muy pensativa y triste.-dijo muy preocupada.

-No… es solo que…aún no me lo termino de creer.-me excusé.

-Te entiendo… Deberías de estar feliz pero no sé, tengo asumido que mi mejor amiga es muy rara.-dijo riéndose intentando animarme. Y lo consiguió, me saco una pequeña sonrisa.

-Y yo tengo asumido que mi mejor amiga es muy curiosa y no se calla ni debajo del agua.-dije riéndome.-Pero eso me gusta.-sentencié. Debía entender que ella se preocupase por mí y que me preguntase por lo nuestro, lo de Yeray y mío, aunque en verdad no tuviéramos nada.

-¡Jajaja! ¡Eh! ¡No te pases!-dijo a carcajadas.

Durante nuestra conversación, nos paseamos por todo el instituto, como solíamos hacer; y como todos los recreos a las once y media, sonó el timbre.

Volvimos a clase, cada una a la suya, porque íbamos separadas. Todos los años habíamos estado juntas pero precisamente este año nos separaron, en 4º de ESO. Tampoco iba con Yeray, ya que éste era un año mayor que yo. Me llevaba bien con mis compañeros de clase, pero con la que mejor simpatizaba era con Estefanía. También estaba Roger, un chico amable y rebelde a la vez; pelirrojo, con pecas por toda la cara, los ojos verdes y una nariz pequeña y pecosa. Luego estaba Lisa, castaña, con el pelo hasta los hombros, liso y con flequillo recto, y los ojos marrones claros. El chico con el que mejor me llevaba de mi clase era con Andreu, inteligente, agradable, divertido, guapo. Era moreno con el pelo corto, ojos azules y con algo de pecas insignificantes. Con los demás también me llevaba bien, aunque había excepciones, como nunca había ido con ellos años anteriores. O incluso con algunos no me llevaba siquiera…

Llegó la profesora de Física y Química y todos nos sentamos, yo como siempre al lado de Estefanía y Andreu.

-¡Sacad todos el cuaderno y el libro, vamos!-dijo nada más entrar. Era muy estricta pero en el fondo era una profesora muy buena, eso sí, con lo de estricta también viene incluido su mal carácter en ciertos momentos…

Yo… me quede en ascuas cuando pronunció esas palabras, aún pensativa. Y como no, se dio cuenta.

-¡Señorita Clara! ¿Es que acaso está usted sorda? ¡Venga! ¡Saque sus cosas!-dijo un poco enfurecida.

Evidentemente con ese carácter debía sacar todas mis cosas ¡y rápido!

-Bien…para bajar de las nubes a vuestra compañera Clara, ésta os citara el símbolo de los elementos químicos que yo le vaya nombrando.-dijo con un poco de malicia. No había tenido tiempo de estudiar con mi actividad extraescolar, academia, y con otras asignaturas como Sociales; así que no tenía ni idea excepto de algunos elementos básicos.

-A ver, Señorita Clara, el símbolo del Azufre.-citó.

-Em.…”S”-respondí correctamente.

-El símbolo del Arsénico.

-“As”

-El símbolo del Tántalo.-dijo buscando uno que no me supiera. En efecto, ése no me lo sabía…

-Em.… ¿”T”?-respondí a sabiendas de que era errónea la respuesta.

-No, Clara, me temo que se ha equivocado.-dijo con una expresión de satisfacción. En el fondo era buena mujer, pero su asignatura había que estudiársela mucho y prestar atención en clase, cosa que yo no hice cuando mandó sacar nuestro material.

Puso algo en su libreta tras preguntarme y después la clase continuó hasta que tocó el timbre.