Sentada en una roca, a la orilla de un lago, una chica se agacha y coge un clasto cubierto ligeramente de tierra húmeda, frota sus dedos para quitarle un poco y saca una aguja de su bolsillo. Hace unas marcas en ella: LVNEVSC. “La vida no es vida sin compartir”. La aguja la entierra en la greda y coloca encima unas cuantas hojas. La piedra es lanzada al lago, donde se sumerge lentamente. El aire fluye y eleva el pelo de la chica, que se siente pavorosa. Perdió a alguien muy especial con quien compartió muchas cosas. Ahora, se siente sola. Pero recapacita observando el agua en movimiento por los peces que nadan y se da cuenta de que aún hay gente que la quiere y con la que también ha compartido muchas cosas. Se levanta quitándose los zapatos antes, se pone alrededor de los hombros una larga chaqueta beige y empieza a caminar sobre la húmeda y fresca hierba después de haber estado un rato en soledad meditando. No quiere perder a esas personas que aún viven. Camina hacia su casa dispuesta a compartir su tiempo con todas ellas y disfrutar de muchas cosas de las que aún no ha disfrutado con nadie. Porque… ¿qué es la vida sin compartir?
Que bonito texto, siempre hay que reponerse de los malos momentos. Cuando pierdes a alguien es bonito saber que tienes a otra gente que te ayuda.
ResponderEliminarSaludos guapa!
Que lindo blog ♥
ResponderEliminarAna: sí, la verdad es que hay que reponerse y saber que hay gente a tu alrededor que te quiere :)
ResponderEliminarDoamna: ¡Gracias! ^^
Qué triste... pero es bonito igualmente. Me gusta la forma en que has expresado el sentimiento que transmite la entrada.
ResponderEliminarBesos y fuegos artificiales.
Muchas gracias Andrea :)
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