Pasos sordos, palabras perdidas en un mar de ecos
interminable. Pero nunca pierdo la esperanza, la seguridad blindada a fuego en
mi interior, recorriéndome los nervios, las venas. Nunca, nunca cerraré los
ojos. Ni un instante. Mírame, puedes ver la determinación brillando en mis
oscuras pupilas. Puedes ver que lucharé y nada me impedirá no hacerlo. Escucha
palabras sinceras brotando de mis labios. Es probable que alguna vez te haga
daño, pero también es probable que sea sin querer. La debilidad es la virtud de
los fuertes. No pienses que me verás caer fácilmente. Piensa que los muros
invisibles que a veces nosotros mismos creamos y en los que nos quedamos
atrapados son los más difíciles de derrumbar.
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